Como cada año, tras los Reyes, se celebra en Valladolid una nueva edición de la multitudinaria concentración de Pingüinos, en ésta ocasión corresponde con la 36 Edición, y debido a las fechas en las que se celebra, la climatología siempre tiene la última palabra, no sólo la que está directamente relacionada con la de Valladolid, sino que también la del resto de localidades de España, y zonas de países limítrofes, dado que, muchos son los puntos de origen para los numerosos moteros que hasta Valladolid nos acercamos…
En esta ocasión parece que la climatología del fin de semana de Pingüinos será lo que debe ser, mucho frío, algo de sol, ausencia de nubes, y ausencia de lluvia, en resumen, los Pingüinos perfectos.
En nuestro caso nos preparamos el viernes para iniciar nuestro camino hacia Valladolid, aunque la luz del sol solamente nos acompañará los primeros kilómetros, y al irse nuestro astro sol, el frío comienza a apoderarse de la tarde.
Llegamos a Pucela, y nos dirigimos a nuestro destino, la campa de Pingüinos. Como ya teníamos la inscripción en nuestro poder, no tuvimos que parar a adquirirla, un problema menos, ya que pudimos observar que numerosas motos esperaban estacionadas a que sus dueños, pacientemente por las colas, hicieran la inscripción pertinente. Aunque sin duda, no fue nada la espera, si la comparamos con la del sábado, día de máxima afluencia de moteros.
2019 ha hecho que se superen los records de inscritos, un total de 30.470 moteros y moteras han hecho cumplir las expectativas de los organizadores, pasar la barrera de los 30.000 inscritos.
La noche nos deparaba espectáculos, tiendas, y hogueras por toda la campa, motos preparadas, motos nuevas, motos de coleccionistas, y motos extranjeras con otras normas y que en España dudo se pudieran comprar, todo esto es lo que se observa en una concentración internacional….
España, Portugal Italia, Francia, Alemania, son algunas de las matrículas que pudimos ver en nuestros paseos por la campa, por la zona de estacionamiento o la propia zona de acampada, donde motos y moteros conviven en armonía…
Viernes de concierto y fiesta, hace que pase y termine nuestro primer día, para descansar todo lo posible y estar despiertos en la mañana del sábado y afrontar todo lo que la organización y nosotros mismos habíamos planeado para el día grande.
La Orquesta Mondragón recordó viejos temas del Rock and Roll.
El frío era patente cuando iniciamos la marcha para descansar.
Llega el sábado, madrugamos y como es menester, comenzamos con el desayuno motero, en la propia campa de Pingüinos, compuesto de chocolate, sobaos, y huevo con pan… así da gusto comenzar el día.
Cada uno hace acopio como puede de la madera que ayudará a sobrepasar el frío.
Finalizado el desayuno, echamos un vistazo a las tiendas. Siempre terminamos comprando alguna cosilla, aunque intentamos no hacerlo hasta final del día, para no cargar con las compras.
Tras un primer reconocimiento de tiendas, montamos en nuestras motos, y nos dirigimos al Palafox, lugar de encuentro y sede de nuestros compañeros de SPORT-MCYL, donde nos tomamos un café calentito, un pincho de tortilla y algunos compañeros incluyeron una sopa de ajo, todo lo necesario para tomar fuerzas y algo de calor.
Es momento para unirnos a uno de los importantes eventos de Pingüinos, el desfile de banderas, donde todas las motos parten de la campa hacia el centro de Valladolid, más concretamente el Paseo de Recoletos, donde se estacionan las motos, para tomar unos pinchos, ver el espectáculo de Shunt y caminar viendo las numerosas máquinas de todos los concentrados.
La mañana está casi finalizada, solamente nos queda dirigirnos al restaurante donde otros compañeros, en este caso Moteros de Castilla y León, han reservado mesa, concretamente en el Restaurante La Raíz, lugar habitual en estas fechas para la comida del sábado.
El restaurante está cerca de la zona donde hemos estacionado, por lo que nos dirigimos andando, así hacemos apetito, para degustar los diferentes platos dispuestos… arroces, carnes, pescados, gran variedad.
Disfrutamos de la tarde en Valladolid, a la espera de otro desfile, en esta ocasión de antorchas, para poder realizar este desfile, con antorcha, es necesario inscribirse en la zona de la campa en la caseta de la organización, dado que solamente son 300 las antorchas oficiales dispuestas por la organización del evento, este año queríamos estar en el lado del espectador, a diferencia de ediciones anteriores.
Posteriormente, una vez más, acompañados de nuestras máquinas, nos dirigimos a la campa. Es hora de tomarse una cena motera, unas patatas calentitas, y fruta, para estar dispuesto a disfrutar de la noche… y aguantar el frío con el que nos acoge la edición de este año.
Actividades preparadas, como la de conciertos o la quema de la falla creada para la ocasión, son las que ayudan a pasar la noche, y disfrutar de cada momento.
Amanece en domingo, en la campa se realizan los sorteos de regalos, dando por concluida la 36ª edición de Pingüinos 2019, finalizando, por tanto un buen fin de semana de motos y amigos.
Buenos momentos compañero…
La verdad es que fue un buen fin de semana.
El restaurante se llama “La Raíz”
Gracias compañero, correcto.
Se ve que lo pasáis pero que muy mal, jajaja
Gracias por el comentario.
Ya sabes, es necesario aprovechar cada momento, e intentamos mostrarlo para animar a todos a disfrutar de este tipo de celebraciones.