En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Y sí, correcto, Argamasilla de Alba es ese lugar del que Don Quijote no quería acordarse, y tal vez sea porque la Casa Cueva Medrano fue la prisión en la que estuvo Miguel de Cervantes, tal vez sea este episodio el que quería olvidar el autor, o tal vez sería una especie de venganza.
Por unas o por otras causas, Armagasilla de Alba rinde homenaje a Miguel de Cervantes y su más famoso protagonista, don Quijote de la Mancha, pero también a otro ilustre escritor José Martínez Ruíz “Azorín” y ello se respira cuando paseas por la céntrica calle de la localidad, donde son muchas las frases relacionadas con los autores anteriormente mencionados, diversos murales pueden verse por las tapias de los patios, o esculturas de piedra y otros materiales en varias plazas de este pequeño pueblo.
Pero la localidad presenta algunos detalles propios de la zona en la que se encuentra, edificios religiosos o civiles que destacan por sí mismos, como es el caso del propio Ayuntamiento, ubicado en la Plaza España, junto a la N-310 que atraviesa la localidad.
Frente al Ayuntamiento podemos contemplar la Iglesia de Iglesia de San Juan Bautista, aunque entre ambos podemos ver las primeras esculturas dedicadas al libro de Don Quijote.
Cerca de la Plaza España se encuentra la Rebotica, lugar de encuentro para los famosos “Académicos de Argamasilla”, entre ellos el ya mencionado “Azorín”.
Otro punto de interés, también comentado en este post, es la Casa Cueva Medrano, cárcel temporal de Miguel de Cervantes, y donde la historia de Don Quijote comenzó.
Un elemento diferencial puede ser el Canal del Gran Prior, el cual puede pasar desapercibido, pero que toma su importancia al ser la obra más antigua que se realizó en el día Alto Guadiana.
Seguramente no podrás evitar hacerte unas fotos con los protagonistas del libro de aventuras más famoso de España
Llega la noche y es un buen momento para emprender camino hacia nuestro último destino, de esta primera jornada de ruta, Tomelloso, donde nos encontraremos nuestro hotel, y alguna que otra sorpresa…
Tomemos la N-310, evitando de esta forma la autovía.
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Próxima entrega – Tomelloso. Bodegas y chimeneas.