Un paseo por un museo y trozo de historia de Béjar, ciudad industrial ubicada al sur de la provincia de Salamanca, a las faldas de la Sierra y muy cerca de la estación de esquí de la Covatilla, y con una tradición textil, que ha conseguido que sea conocida a nivel Nacional e Internacional, aunque actualmente esta tradición se está perdiendo.
Como hemos comentado en el encabezado de este Post, Béjar ha tenido una gran tradición industrial, más concretamente en el sector textil lanera, pero el tiempo pasa y lo que era el pilar de crecimiento de una ciudad, comienza a desparecer, abandonándose los edificios, fábricas, e incluso la línea del ferrocarril, que se encontraban al pie del río Cuerpo de Hombre, aunque a decir verdad no todas las fábricas, por lo menos en la actualidad, terminan cerrando, todavía queda algún rescoldo de la gran expansión de esta ciudad.
Todos estos acontecimientos, han creado un museo al aire libre que cuenta, a su manera, la historia y el paso de los años, siglos, de esta ciudad, que desde el siglo XIX hasta la actualidad tanto ha cambiado.
En esta ocasión realizamos un recorrido a pie, junto a los edificios que antes albergaban las máquinas que creaban los famosos paños de Béjar, con los que se confeccionaban las CAPAS charras, un ejemplo la que en las campanadas del 2004 portaba el presentador Ramón García en TVE y que repitió, en esta ocasión con Anne Igartiburu en el 2014.
Para iniciar el recorrido entre las fábricas comenzamos como debemos hacer siempre, por el principio de la ruta, inicio de ruta que actualmente ha sido modificada, para eliminar una serie de riesgos por el estado de uno de los edificios, para lo cual desde la localidad de Béjar, para lo cual tenemos dos posibilidades, que os explicamos posteriormente.
- Desde la propia ciudad de Béjar, nos dirigimos dirección Ciudad Rodrigo SA-220, donde al finalizar las viviendas, pasaremos por un puente, a partir de ese momento a unos 300 metros a la izquierda comienza nuestra ruta. A la derecha, frente a este cruce podemos ver una pequeña zona donde estacionar, zona de tierra.
- Desde la propia Autovía A-66, tomando la salida 414 dirección Béjar (oeste), llegando al mismo punto que se ha indicado anteriormente.
En ambos casos veremos una señal que indica el inicio de la ruta, a escasos metros un cartel con un plano de todo el recorrido y una pequeña explicación o leyenda de la historia, el entorno y precauciones.
La duración de la ruta en este caso no es un problema, dado que se es aproximadamente de 1 hora 30 minutos, siempre teniendo en cuenta el paso, la dificultad es mínima, y una precaución a tomas en caso de realizarla con niños, es el peligro de caída al río.
A continuación os ponemos de forma gráfica la ruta, y los parajes que pueden verse durante la misma, donde se puede observar que el agua es el protagonista.
Durante el trayecto podremos observar numerosas pesqueras, zonas donde se recogía el agua del río para encauzarlas a las diferentes plantas de producción, en algunos casos para pequeños saltos de agua, producción de electricidad propia, pero en la mayoría de los casos para mover pequeñas norias y alimentar lavaderos, elementos muy importantes en este tipo de industria, tanto para el tratamiento de lanas, como en procesos de tintes.
El recorrido podemos dividirlo por estaciones, o zonas, donde con anterioridad a dichas zonas podemos observar un cartel que nos muestra una fotografía y una pequeña leyenda con la descripción de cada uno de los edificios, puentes o zonas del río que podemos ver, tal como se ha dispuesto, es fácil e intuitivo, además la localización de cada elemento o edificio es sencilla.
En este caso nuestra fotografía está tomada desde otro punto, quedando tapado el edificio marcado con el número 1, fábrica de D. Luis Izard Mñoz
La siguiente parada la realizaremos, como en el caso anterior, y de forma común en todo el trayecto, delante del cartel explicativo.
Además de las estructuras típicas, más o menos modernas, como la de los puentes del ferrocarril, o la que veremos a continuación, puentes de piedra para el paso de personas y/o vehículos, también observamos pequeños puentes más sencillos, que eran utilizados como puentes de servicio, y que comunicaban diferentes edificios sobre el río, evitando de esta forma tener que desplazarse hasta el puente «oficial» más cercano, también servían de base para anexar a dichas estructuras canalizaciones de agua y/o electricidad.
El puente del ferrocarril será nuestro protagonista en la segunda parte de la ruta… pero teniendo en cuenta que solamente será posible hacer esta segunda parte en sábado o domingo, debido a las condiciones de luz que debemos tener, o bien medios propios que explicaremos con posterioridad.
Otro elemento destacable en esta zona es el edificio que encontraremos en el margen izquierdo del río, y que está destinado a Museo Textil.
Pasado el museo, a nuestra derecha vemos una señal curiosa que encabeza un pequeña pasarela de madera, que comunica nuestro paseo con la carretera, último punto de acceso al centro, por lo que a partir de ahora, todo lo que andemos deberemos volver a retomar, pero sin problemas, nuestro destino está por la senda tomada, así que esta pasarela la olvidamos y obviamos, y seguimos por la ruta marcada, para disfrutar tanto de los edificios, como de todo el paraje que nos rodea.
Este puente es el más antiguo de Béjar, construido en el medioevo, fue una de las entradas principales a la ciudad.
De estilo gótico, con arco apuntado, debe su nombre a una antigua ermita que existía en este lugar dedicada a San Albín.
Tal como decíamos al principio, por suerte todavía podemos observar instalaciones en uso, como ejemplo el siguiente cartel. Es una pequeña central eléctrica que abastece a una de las fábricas que todavía está en uso, la fábrica de HIBESA, Hilaturas Béjar S.A.
Moderna fábrica que dispone de hilaturas de estambre y de carda, establecida en este lugar desde 1973. La fábrica original del siglo XIX, fue propiedad de D. Jerónimo Gómez-Rodulfo, que ya en 1850 contaba con unos 200 obreros y producía 1.200-1.400 piezas de tejido al año. Posteriormente pasó por varios propietarios hasta ser adquirida por HIBESA, Hilaturas Béjar S.A.
Imagen de la fábrica, tomadas desde el puente de San Albín, descrito anteriormente.
Ejemplo de edificios completamente abandonados
Y llegamos al final de nuestra ruta, donde podemos ver un ensanchamiento del camino, y unos bancos de hierro fundido, desde los que podemos disfrutar de las vistas del camino recorrido, y en la parte superior de la colina, de las murallas sur de Béjar.
A partir de este punto, y tal como hemos comentado, debemos retroceder por el camino que hemos andado, hasta el inicio de la ruta, aunque si el tiempo lo permite, podremos hacer un alto en el camino, aprovechando el punto intermedio donde pudimos ver la pasarela de madera, acceso a la carretera que podemos tomar para llegar hasta el puente de San Albín, puente gótico de piedra, donde podemos tener las vistas del museo textil y de HIBESA, y desde este punto veremos a nuestra derecha una explanada que sirve de acceso a la propia planta, y a las vías del tren, ahora en desuso, a las que accederemos para ir sobre ellas a la derecha, por detrás de un pequeño edifico, hasta el puente del ferrocarril que vimos desde la ruta de las fábricas textiles.
Siguiendo las vías del tren llegamos a una boca en la colina, sobre la que se asienta la ciudad de Béjar, y que parece que si seguimos nos adentraremos en las profundidades y entrañas de la ciudad, pues por allí entraremos…
Importante tener en cuenta que dicho túnel del tren se encuentra iluminado solamente durante los fines de semana, de 10 a.m a 10 p.m,, y que su visita es recomendable, por la experiencia de atravesar la ciudad por sus cimientos.
Fuera del horario indicado, las puertas están abiertas, y es posible hacer el mismo recorrido pero con la necesidad de aportar potentes linternas, dado que al ser la vía del tren, el camino se realiza pisando traviesas y piedras.
Con las premisas descritas, y con una hora más o menos de tiempo por delante, ida y vuelta, iniciamos la aventura… caminando a media luz, sobre piedras, raíles y traviesas, hasta que comienza a verse un punto de luz, al fondo de la oscuridad, que nos indica que la salida está más o menos cerca, y siguiendo la senda, sin complicaciones ni dificultades, llegaremos a otra boca, por la que saldremos para situarnos al otro lado de la ciudad, desde aquí y siguiendo las vías, podremos llegar a la antigua estación de tren de la ciudad, actualmente reconstruida, frente la cual podremos tomar en el Restaurante Beletri, una caña, o refresco, con una merecida tapa, o dos, o tres, según las ganas que le pongamos, y simplemente con acceder a la antigua nacional y atravesarla.
Nuevamente será necesario retroceder por la vía por el camino ya andado, y recomendable volver por el túnel, ya que el camino por la propia ciudad se hará muy largo, con algunas pendientes importantes…
Volviendo por el camino, podremos llegar al punto de inicio, y desde allí, aprovechar para seguir con nuestro turismo, en la propia ciudad de Béjar o bien en zonas cercanas, como en maravilloso pueblo de Candelario, a unos 4 km, de donde hemos iniciado nuestra ruta.
Espero que os haya gustado esta explicación, como en casos anteriores, si tenéis alguna duda, podréis poneros en contacto a través del correo, y sin ningún problema os intentaré ayudar en todo lo posible.
Cuantas cosas nos quedan por conocer !!! Me ha encantado como nos lo has mostrado, gracias. Me gustaría conocer la ruta y visitar la fábrica Textil. Se ve un lugar con mucho encanto. Saludos.
Muchas gracias por tu comentario, sin dudarlo os acompañaremos a esta zona tan pintoresca y desconocida.
Saludos