Colmar (Francia), un cuento a tus pies.

Cuando eres un niño, te cuentan o lees cuentos, donde los dibujos que acompañan a los párrafos consiguen que tu imaginación se ponga en movimiento, viéndote como protagonista de la historia, en pequeños parajes, pequeños pueblos de encanto, de casas perfectas con tejados puntiagudos, y todo lleno de colorido. Cuando eres mayor, y llegas a Colmar, lo que anteriormente era imaginación se vuelve realidad, sintiéndote realmente el protagonista del cuento que llega a tu cabeza sin pedir permiso.

 

Momentos mágicos cuando llegas a sentirte nuevamente un niño, sin darte cuenta, el ambiente, el colorido, todo lo que te rodea, ayudado por el susurro de las aguas que discurren por sus calles que hace que todo te envuelva en un ambiente misterioso… Colmar es un pueblo para disfrutar, para sentir, donde todos los sentidos se agudizan.

 

Es algo normal escuchar, y en esta ocasión pienso que de forma real, que Colmar es la ciudad más alsaciana de Alsacia, estando considerada como una de las ciudades más bonitas de Francia, ubicada junto a la cordillera de los Vosgos, en el departamento del Alto Rin, departamento que comparte con Estrasburgo.

 

Colmar está ubicada junto a la frontera de Alemania, motivo por el que su casco histórico tiene un estilo gótico alemán, que hace famosa a la ciudad junto con su importancia en la industria vinícola, llegando a ser la capital de los vinos de la Alsacia.

En esta ocasión, consideramos que lo si bien es necesario visitar una serie de puntos clave, lo mejor y más aconsejable es perderse por sus callejuelas, normalmente peatonales…

 

Disfrutar de Colmar es iniciar un agradable y particular paseo comenzando por la Pequeña Venecia, con sus canales y casitas tradicionales alsacianas que se ubican a lo largo de la orilla del río Launch, pasando por el distrito de la Pescadería (Quai de la Poissonnerie), llamado así porque aquí se instalaron los pescadores de la ciudad en sus casitas de colores con un entramado típico de madera, es de lo más pintoresco que podemos ver en la Alsacia, y llegando hasta su centro, donde encontraremos increíbles edificios civiles, y majestuosas construcciones religiosas…, por todo ello, os invito a disfrutar aunque sea a través de fotos…

El estacionamiento en Colmar está regulado, pero es posible dejar nuestro vehículo en las calles adyacentes a la zona a visitar, por ejemplo, en nuestro caso en la Rue St. Guidon.

 

Comencemos nuestro recorrido por la Pequeña Venecia.

 

Recorriendo el distrito de la Pescadería (Quai de la Poissonnerie)

Por sus calles del centro…

 

Y una pequeña recomendación culinaria…

Brasserie Schwendi, 23-25 Grand’Rue – 68000, con un horario entre las 12 y 22.30 h.

Tarte flambeé… Las hay con diferentes gustos e ingredientes, especie de pizza, con una masa muy delgada y crujiente…

 

Por todo lo que hemos expuesto, por todo lo que hemos sentido, por todo lo que hemos disfrutado, Colmar es un lugar donde queremos volver…

 

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