Friburgo. Entre la Edad Media y la modernidad.

Friburgo, es una ciudad alemana ubicada entre la Selva Negra y Francia, de una belleza increíble, calles limpias y espaciosas y que muestra con orgullo, tanto su época imperial, como su reciente historia, lo que la diferencia del resto de ciudades alemanas, aunque manteniendo sus costumbres.

Seguramente es una de las ciudades más bonitas de Alemania, que no deja indiferente a nadie, siendo la cuarta ciudad más importante  de Baden-Wurtemberg.

Tiene una historia más o menos reciente, dado que su fundación data de 1120, pasando a manos del imperio Austriaco en 1427, y convirtiéndose en Ciudad Imperial, momento de máximo esplendor de la ciudad, aunque fue afectada por las Guerras de Europa, siendo centro de la lucha entre franceses y alemanes.

En la actualidad es una ciudad que recibe a todo el que hasta allí se quiere acercar con los brazos abiertos, ofreciendo todo su belleza y su buen ambiente de forma amable, pudiendo escuchar al pasear por sus calles a las personas hablando alemán, inglés, español y muchos otros idiomas, dada la multiculturalidad que existe, y la gran fuerza de la universidad e industria.

 

El punto principal de la ciudad lo ubicaremos en la plaza de la Catedral, donde el edificio central, la Catedral, destaca como elemento importante de Friburgo y corazón de la ciudad.

 

         

            

En la misma plaza podremos contemplar otros importantes edificios.

          

     

Almacén Histórico (Historisches Kaufhaus)

Edificio de fachada roja ubicado a la derecha de la catedral, destacando dos pequeñas torres con puntiagudas cúpulas en ambos lados de la fachada, así como las estatuas que han sido colocadas entre las ventanas, y pertenecientes al emperador Maximiliano I, el rey Felipe el Hermoso, el emperador Carlos V y su hermano Fernando I.

 

Granero (Kornhaus)

Edifico de grandes dimensiones, de color blanco que destaca en la plaza.

 

Frente a la puerta de la Catedral, cruzando la Kaiser-Joseph-Straße llegamos a la zona donde se encuentra la Plaza del Ayuntamiento (Rathausplatz), con dos edificios, el antiguo ayuntamiento de color rojo, y el nuevo, de color blanco.

      

 

Paseando por las calles de Friburg nos pararemos, seguro, en dos puertas, la de San Martín (Martinstor) y la de los Suabos (Schwabentor), ambas construidas durante la Edad Media, y de gran belleza debido a constantes reconstrucciones y renovaciones que han conseguido mayor altura y esplendor, así como un uso más actual.

Martinstor

       

Schwabentor

      

Un consejo para disfrutar de la ciudad, es dirigirnos, desde la Puerta Schwabentor, hacia la izquierda, al parque Freiburg Park, y más concretamente a Kanonenplatz, desde donde obtenemos unas vistas panorámicas increíbles. (Pasando por una cervecería con terraza al aire libre), podemos utilizar una pasarela de madera que veremos sobre la calzada, así como también un ascensor gratuito que nos llevará a la zona de la cervecería.

 

A partir de aquí, nuestra recomendación es disfrutar de sus calles, comer en algún puesto ambulante, o en diferentes y variados restaurantes alrededor de ambas puertas.

 

Paseando por la ciudad

     

         

    

         

        

 

En nuestros paseos nos encontraremos con pequeños canales, que fueron construidos para el regadío, aunque actualmente son una decoración particular de la ciudad, a los que se le otorga dos tipos de leyendas, la primera dice que si por accidente metes un pie en un canal, asegurarás volver a la ciudad, aunque la segunda cuenta que si lo introduces por accidente te enamorarás de algún oriundo de Friburg, llegándote a casar en la ciudad… elige la que quieras, o si no quieres arriesgarte, evita meter la pata…

 

      

              

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